Con la sesión en marcha, Martín y «Lule» Menem se instalaron en la Cámara Alta junto a la ministra de Seguridad y Diego Santilli; el objetivo de la «mesa chica» es asegurar los votos para los artículos clave y neutralizar la ofensiva opositora.
Mientras en el recinto los senadores de Unión por la Patria —encabezados por los riojanos Florencia López y Fernando Rejal— lanzan sus críticas más feroces contra el plan económico, la verdadera batalla por el Presupuesto 2026 se libra a pocos metros, en una oficina cerrada. El oficialismo desplegó a sus máximos operadores políticos en el Senado, con el «ala riojana» del Gobierno como protagonista de la negociación de último minuto.
El despacho de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se convirtió este mediodía en el búnker improvisado del oficialismo. Allí, la funcionaria recibió a Diego Santilli, referente del PRO, para monitorear en tiempo real el desarrollo de una sesión que asoma compleja. Sin embargo, la foto política del día la completó el desembarco de la «pata riojana» de La Libertad Avanza: Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados, cruzó de edificio para sumarse a la mesa de operaciones junto al jefe de bloque de senadores libertarios, Ezequiel Atauche.
La guardia pretoriana de los Menem
La presencia de Martín Menem en territorio senatorial no es protocolar; responde a la necesidad de la Casa Rosada de abroquelar la tropa y garantizar que los acuerdos tejios en las últimas semanas no se desmoronen en el recinto. El objetivo central de la cumbre en lo de Bullrich es el «poroteo» fino: asegurar los votos para sostener el articulado del proyecto, especialmente ante las versiones de que la oposición buscaría voltear puntos sensibles.
En paralelo, Eduardo «Lule» Menem, subsecretario de Gestión Institucional y armador político de Karina Milei, fue visto recorriendo los pasillos del Senado y el Salón de Pasos Perdidos. Su rol es el de contención directa: dialogar con los gobernadores y senadores «dialoguistas» para evitar fugas.
Desde la Casa Rosada, la orden es clara: «Sostener los artículos 12 y 30», dos de los puntos que generan mayor fricción y que la oposición busca modificar o derogar. El artículo 30, puntualmente, ha sido bandera de reclamo por parte del peronismo (incluido el riojano Rejal) por el supuesto desfinanciamiento educativo.

Dos caras de La Rioja
La jornada legislativa expone, como pocas veces, la grieta política de La Rioja proyectada a nivel nacional. Mientras Florencia López y Fernando Rejal denuncian desde sus bancas el «olvido histórico» de los fondos extracoparticipables y la parálisis de la obra pública, los primos Menem operan desde las sombras del poder central para garantizarle a Javier Milei su «ley de leyes».
La imagen de Martín Menem y Ezequiel Atauche encerrados con Bullrich y Santilli envía un mensaje de cohesión entre el Gobierno y sus aliados del PRO, pero también subraya el peso específico que los funcionarios riojanos tienen hoy en la estructura de decisiones del oficialismo. Para los Menem, sacar el Presupuesto no es solo un deber de gestión, sino una demostración de gobernabilidad ante un Senado hostil.
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