El flamante funcionario de Ricardo Quintela, Ricardo Herrera, advirtió sobre el impacto del recorte de fondos nacionales y confirmó que las provincias analizan judicializar el reclamo; “No es contra el gobernador, es contra los habitantes”, sentenció al detallar las prioridades de su gestión.
La oficialización de Ricardo Herrera como nuevo secretario de la Gobernación de La Rioja no solo reordenó el gabinete de Ricardo Quintela de cara al próximo ejercicio, sino que sirvió de plataforma para enviar un duro mensaje a la Casa Rosada. Al asumir el cargo, el funcionario advirtió sobre la delicada situación financiera que enfrenta la provincia y denunció una “discriminación pura y dura del Gobierno nacional” al no contemplar partidas específicas para el distrito en el Presupuesto 2026.
Herrera, quien llega con experiencia legislativa reciente para sumarse al círculo de confianza del mandatario provincial, aseguró que asume el rol “con una enorme responsabilidad” y destacó la complejidad de la tarea administrativa que tiene por delante. Sin embargo, el eje de su discurso estuvo marcado por la preocupación ante el ahogo financiero.
“Estoy muy preocupado por lo que pueda pasar con La Rioja. Es la primera vez en más de 30 años que no se contempla la situación de nuestra provincia en el presupuesto nacional”, alertó Herrera, poniendo en relieve un quiebre histórico en la relación fiscal entre la Nación y la provincia. Según el funcionario, la exclusión de estas partidas no es un hecho administrativo menor, sino una decisión política deliberada: “Acá se la ha ignorado y eso es altamente preocupante para el normal desenvolvimiento de la administración”.
La vía judicial, en análisis
La tensión por los recursos coparticipables y los fondos extra no se limita a una queja mediática. Herrera confirmó que La Rioja, en consonancia con otros distritos del interior, evalúa llevar el conflicto al máximo tribunal. “Muchas provincias ya analizan ir a la Corte Suprema para reclamar los fondos que les corresponden”, señaló, dejando abierta la puerta a un escenario de alta litigiosidad para el inicio del 2026.
El secretario buscó, además, socializar la problemática, despegándola de la figura del gobernador y trasladando el impacto a la ciudadanía. “Esto no es contra Quintela, es contra La Rioja y sus habitantes. Vamos a visibilizarlo permanentemente y persuadir a la sociedad de la gravedad de esta situación”, afirmó, pidiendo a la población “poner el hombro” ante una coyuntura que definió como “delicada”.
El rol de «auxilio» y las prioridades de gestión
En el plano estrictamente funcional, Herrera describió a la Secretaría de la Gobernación como una pieza clave en el andamiaje del Ejecutivo, encargada de la «delicadísima» tarea de administrar el despacho del gobernador, los decretos y el control documental. Utilizó una metáfora gráfica para definir su gestión hacia adentro del Estado: “La Secretaría es como la goma de auxilio de muchas áreas de gobierno. Vamos a estar a disposición de los ministerios, de los intendentes, de los diputados y de toda la dirigencia”.
Respecto a la agenda para el 2026, el funcionario delineó un esquema de prioridades atado a la disponibilidad de caja. “Tenemos que acomodar las erogaciones según con cuánto contamos. No hay otra opción”, admitió con pragmatismo.
Bajo esa lógica de austeridad forzada, aseguró que los esfuerzos se concentrarán en garantizar el funcionamiento institucional de “salud, educación, justicia y seguridad”. Asimismo, puso énfasis en el pago de haberes en tiempo y forma y en la infraestructura escolar, señalando que deben “acondicionar los edificios escolares para iniciar el año de la mejor manera”.
Pese al sombrío panorama fiscal, Herrera cerró su presentación con un mensaje conciliador por las festividades, apelando a la idiosincrasia local: “Somos una provincia de fe y también de lucha. Siempre hay una luz al final del camino. El 2026 debe encontrarnos unidos, mirando para adelante, con esperanza y actitud positiva”.