El ministro Juan Carlos Vergara bajó al territorio luego del colapso sanitario que detonó una semana de cortes de ruta; la directora del centro de salud denunció trabas burocráticas históricas: “La pelotita giraba y nunca llegaba a donde tenía que llegar”.

La presión social en las rutas terminó por destrabar la parálisis administrativa. Tras una semana de máxima tensión, con cortes intermitentes sobre la Ruta Nacional 38 protagonizados por vecinos y personal sanitario, el Gobierno provincial inició finalmente los trabajos de refacción en el Hospital de Chañar. La intervención oficial llega como respuesta de emergencia ante un escenario de colapso edilicio que incluye problemas graves en la red cloacal y riesgo sanitario.

El ministro de Salud, Juan Carlos Vergara, se hizo presente en el lugar para intentar descomprimir el conflicto y confirmó un plazo de ejecución extenso: las obras demandarán entre seis y ocho meses. “No vinimos a discutir si el problema existe, sabemos que existe. Vinimos a traer una solución”, reconoció el funcionario ante la asamblea de vecinos, admitiendo la legitimidad del reclamo que mantuvo en vilo a la región.

«La pelotita giraba»

Si bien el oficialismo busca mostrar capacidad de respuesta, desde la propia dirección del hospital expusieron la desidia de años anteriores. Rita de la Fuente, directora del establecimiento, fue gráfica al describir el circuito burocrático que demoró las soluciones mientras el edificio se deterioraba: “La situación no es nueva. La pelotita giraba y giraba y nunca llegaba a donde tenía que llegar”, disparó, haciendo referencia a los reiterados pedidos cajoneados por distintas gestiones.

Sin embargo, De la Fuente optó por el pragmatismo ante el inicio de los trabajos: “Gracias a Dios se cumplió lo que el ministro nos informó. Vinieron con un equipo del propio Gobierno provincial. Quiero ver el vaso medio lleno”.

Colapso cloacal y plan de obra

El diagnóstico técnico es crítico. Según detalló la directora, el colapso no responde a fallas estructurales del hormigón, sino a una red sanitaria obsoleta y mal ejecutada. “Había caños mal conectados que descargaban directamente en los pozos negros, lo que los colapsaba y generaba humedad y deterioro del terreno”, explicó.

Los trabajos comenzaron con la liberación de caños para reorganizar los núcleos húmedos. Una vez resuelta la base sanitaria, se avanzará sobre grietas, techos y la falta de impermeabilización. Vergara aseguró que el gobernador Ricardo Quintela “está al tanto de la situación” y prometió que la obra tendrá un “seguimiento permanente”.

Atención en la emergencia

Mientras duren las refacciones, el sistema de salud en Chañar funcionará en modo de contingencia. El hospital operará de manera parcial, manteniendo activos la guardia y un sector de baños, con suministro de agua mediante bombas.

Ante la reducción de la capacidad operativa, el Ministerio evalúa instalar un camión sanitario en el frente del edificio para absorber la demanda. “La idea sería atender frente al hospital para no tener que trasladarnos a otro lugar, porque Chañar es una localidad pequeña y no hay muchos espacios disponibles”, indicó De la Fuente.

La comunidad, que pasó de los cortes de ruta a la vigilancia de la obra, advirtió que mantendrá el control social sobre los plazos anunciados. “Si el pueblo tiene que colaborar, va a colaborar”, señalaron los vecinos, dejando en claro que la tregua depende del avance real de los trabajos.

Por Eduardo Nelson German

Periodismo + Opinión

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